Thursday, May 14, 2009

FABRICA DE MILLONARIOS DESCARTABLES


Nota del autor:(Este es un cuento lleno de ficcion, hecho para entretenimiento.)



En el país de las mil y una desgracias, algo extraordinario y macabro sucedía a la vista abierta de todos, pero nadie lo sabía ni quería saber. Resulta que existía una sociedad secreta llamada Melonerilla la cual reclutaba a muchos talentos jóvenes ambiciosos para defender, conservar y multiplicar el poder del susodicho consorcio. Era una sombrilla, una guarida para muchos lideres religiosos, políticos y demás ladrones profesionales con aires metafisicos y talento oscuro, diabólico. El único requisito era no tener criterio propio y mucho temor a Dios. Y aunque muchos creían que el proceso de ingreso era ecuánime para todos, la realidad mostraba todo lo contrario. Todos los miembros con voz de mando provenían de la elite social. Boberto Chifla, un joven atleta de 20 años estaba en la mira para ser reclutado y enlistado en sus filas. Sus sueños de ser famoso, que él erróneamente correlacionaba con ser millonario, estaban a punto de materializarse.

"Fraternidad Progreso E Igualdad," era el slogan de la Melonerilla, pero como en toda organización jerárquica, el poder estaba distribuido en pirámide. Donde hay pirámide no existe la igualdad, o mejor dicho, unos resultan ser mas iguales que otros. Los de arriba controlaban a los de abajo, y para los de abajo era una ilusión creer que un día llegarían a estar arriba, pues dicho puesto estaba reservado a los miembros de familias de descendencia noble y apellidos famosos. Los demás miembros (los de abajo)eran solo fracciones descartables en un ajedrez des-humano e infernal, aunque ellos no lo sospechaban.. No obstante, las cosas no siempre habían sido así. Desde su creación en Egipto siglos atrás, ( O quizá en la desaparecida Atlantida) dicha sociedad había dado mucha luz y sueños de libertad al ciudadano común y al mundo en general. Cantidad de aristas de la talla de Leonardo Da Vinci y Mozzart, poetas, inventores, mercaderes, políticos y Libertadores (como Simón Bolívar y George Washington), revolucionarios (Emiliano Zapata, Che Guevara y el Comandante Marcos) y muchos demagogos salieron de su ceno. Entonces, cualquier ciudadano podía ingresar con voluntad propia y trabajar arduamente en secreto y lograr mejorarse interiormente, solo se requería creer en un ser Supremo y ser Moral.. Cualquiera podía llegar hecho una roca sin perfil sin importar estatus sociales y con la ayuda de seres desinteresados e iluminados (Ignacio Loyola) de verdad, la persona se construía desde adentro hacia fuera, pudiendo así reconocer su responsabilidad civil, ética, moral y humana para con toda la humanidad y el planeta. Eso fue antes, ahora las cosas habían cambiado. Un grupo de avaros con tendencias maquiavelas clasisistas y racistas, una banda de capitalistas inescrupulosos tomaron las riendas de mando. Una nube, no negra sino que blanco pálida de sospechas y manipulación se apoderó de la organización volviéndola un santuario pagano, una casa de títeres y titiriteros. Una amenaza para la humanidad. La desobediencia a los mayores en rango era penada con expulsión o muerte, dependiendo del estado de animo de los Masteres. Antiguamente al miembro se le permitía independencia y libertad de pensamiento y era motivado a que descubriera su individualidad. Ahora, solo la mentalidad y autoridad del grupo (la Elite) era admitida y todo aquel que la cuestionara era misteriosamente incapacitado a través de enfermedades creadas en laboratorios Meloneros, o simplemente con un plomo en la cabeza propiciado por los chacales de la sociedad secreta. No obstante, el misterio y la fama de dicha comunidad atraía a muchas personas, una vez iniciados ya no había vuelta atrás.

Un día menos pensado, Boberto Chifla, un deportista prometedor fue elegido secretamente para ingresar a la afamada Melonerilla. Boberto apenas había sacado el bachillerato, pero sus habilidades atléticas lo habían convertido en un rentable prospecto. La codicia y el deseo de sobresalir y llegar a ser famoso se volvió su propia trampa. Mas que nada su excesiva manía de ser celebre y elogiado por todos. Desde chico sus padres nunca le brindaron atención y buscaba locamente ser aceptado. Ya se imaginaba en todos los medios de comunicación desde la TV, la radio, la Prensa y la Internet, y una leve sonrisa de complicidad inocente aparecía en su rostro. Los encargados de reclutar e incorporar a nuevos miembros poseían una red clandestina de información más efectiva que la KGB, o el FBI, y por ende sabían todos los gustos y debilidades del futuro prosélito. Sabían muy bien como tentar y convencer a Boberto para que se uniera incondicionalmente a ellos. Con estrategias semánticas e hipnotismo monetario, sin muchas palabras más que símbolos, le aseguraron que todos sus sueños se harían realidad. El tema de la piedra filosofal que transforma todo metal en oro fue suficiente para que Boberto mordiera el anzuelo y al mejor estilo Fausto, vendió, sin saberlo, su alma y su futuro. De la noche a la madrugada, Boberto cambió de amigos, de carro, de casa y de oficio.

Al pasar el tiempo, la exuberancia y el consumo conspicuo se tornaron el nuevo hobby de Boberto. Pasó de tener una carcacha de carro a tener una cuadrilla de Roll Royces y Alfa Romeos. De vivir en un rancho de pajas con gotas por todos lados, a vivir en un castillo barroco en una isla privada. De no tener una cuenta de banco a ser dueño de tres instituciones bancarias pomposas. De ser don nadie, a ser don Boberto Chifla el millonario. El estaba orgullo de todos sus logros y con toda razón por que sabrá dios que parte del alma (o del culo) habrá rifado para llegar a la cumbre tan rápido. Por 13 largos años, todo le fue de maravillas. Se casó con una buena muchacha y procreó tres lindos hijos y era muy afortunado en los negocios. Sin embargo, el día de su cumpleaños numero 33, la suerte le expiró de repente.

Lo macabro de la nueva filosofía de la Melonerilla era que después de cierto tiempo, los beneficios monetarios recibidos por un miembro (de los de abajo)cambiaban de manos oscuramente. Los de arriba decomisaban todo lo adquirido por alguno de abajo. Era un plan maquiavelo que apuntaba y había sido diseñado para siempre mantener a los de arriba en el poder. Después que el miembro cumplía su misión, el contenido de la cual estaba reservado solo para miembros de la Elite y nunca era revelado a los de abajo, dicho miembro era liquidado, tirado a los buitres y tigres de los fiscales de la nación quienes también eran miembros secretos de la sociedad. Todo quedaba en familia. Cargos criminales eran falsificados a diestras y siniestras, siempre exagerando la gravedad de las transgresiones. En ocasiones, involucraban al miembro en negocios turbios para luego echarle la culpa de otros crímenes mucho más tenebrosos. Los medios de comunicación, secretamente financiados o siendo propiedad de la elite, eran diestramente utilizados para terminar de hundir al infeliz que cayó en sus garras y ahora era fatalmente descartado, anulado. A diario inventaban nuevos crímenes con pies y cabeza. El periódico El (diario)Diablo de Hoy era el mas falso de todos a la par de La (prensa) Puta Gráfica, ambos, aparatos de control masivo de la Melonerilla elitista.

Boberto Chifla desesperado detrás de las rejas, no entendía nada de lo que estaba pasando a su alrededor. Su foto aparecía en todos los medios de comunicación. Su infama era explotada y conocida mundialmente. Era una especie de celebridad mal adquirida. Al verse solo y desamparado, se llevó las manos a la cabeza. Como ratas que abandonan el barco a la hora de hundirse, todos sus dique fraternos de grupo lo abandonaron excepto uno. Su nombre era Lobillo de la Rosa. Cuando Boberto le preguntó sorprendido por que lo habían engañado con falsas promesas, Lobillo le contesto, "¿tu no querías ser famoso? ¿No soñabas con ser estrella? Ahora ya eres famoso. Y como tú sabes, todas las estrellas terminan estrellándose." A lo cual Boberto contesta triste y estupefacto, "pero si yo no hice nada distinto de lo que ELLOS hacen." Y Lobillo le contesta, "Si, pero ELLOS son dueños del país." Después de un corto rato, Lobillo de la Rosa ( melonero de escuela vieja) recapacitó justicieramente y redactó los siguiente: "Ya estuvo suave, creo que ya les llegó la hora de sacarles sus trapos al sol a todos estos falsos fraternos sinvergüenzas que mataron al Gran Maestro Hiram Abif y se han apoderado secretamente de nuestra verdadera fraternidad. Ahora la Elite se mata entre ellos y luego le regalan la culpa a los de abajo. !Que Karma! !Que desgracia!"

Tuesday, May 12, 2009

Relámpagos De Una Noche Huerfana


Los relámpagos anuncian que la lluvia viene con coraje
Y el espeso frío que destila esta noche huérfana
Alborota el aún doliente recuerdo de tus húmedos besos;
A tiempo que el eco vació de las gruesas gotas que golpean el tejado
Amella y ahonda negra amargura en mi pecho de chiflado enamorado.

El fantasma de tu fragancia impregnando mi petate, me perturba
Me atolondra, pero lo conservo intacto.
Pensar en ti aún sin querer pensar se me ha vuelto un vicio incurable
Imaginar los besos y las caricias que nunca tocaron tu piel y, fantasear
Momentos eróticos que nunca vivimos,
Es la única absurda manía que aun intento desgarrarme, pero no quiero.

Los relámpagos llegan acompañados de estruendos ensordecedores
Y el foco que alumbra mi cuarto vespertino ha muerto de susto
Busco el candil y tu recuerdo en la oscuridad, a tientas
Ya no me importa la luz, solo quiero detener mis ansias
Mis memorias frente a tu imagen etérea de fémina perfecta
Lo demás que se lo lleve el diablo.

Escucho la queja del viento ventilando improperios por sus cuatro rutas
Todo por que me mira triste sin ti y sabe que no te olvido
Ni siquiera lo intento.
El silbido de su soplo eriza las hojas de los árboles y penetra hasta
El tronco y la raíz de mi sentir sin sentido. Me estremezco.

El acoso fastidioso de la lluvia no se compara a mi obsesionado ego
Que se ensancha contra mí reprochando tu distancia y la falta de tu calor
En noches huérfanas como estas, en las cuales los relámpagos y tu silueta
Me anuncian a cielo roto, que nunca debí dejarte marchar,
Y que el día que te fuiste, el veranillo y el sueño de mis noches se fueron contigo.

Manolo Machudo: "El Primerizo" (cuento corto humoristico).


Durante toda su vida fue el típico ejemplar machista latinoamericano: homo fóbico hasta la cresta. No podía ver a dos hombres bromeando ya que inmediatamente los acusaba de ‘mariquitas' o como al él le daba más gusto llamarlos, ‘putos." Su aversión de todo lo nuevo en cuanto a modas, comportamientos, filosofías y todo cambio cultural le causaba nausea y espanto. Ni siquiera aceptaba ver a dos mujeres caminando de la mano pues sin ninguna traba les gritaba en público "!lesbianas de mierda busquen macho!" A decir verdad, Manolo Machudo era medio hijoeputa, aparte de ser un fanático religioso empedernido. Hugo Chavez y Fidel Castro eran sus dos ídolos en la política, los adoraba como a dioses griegos. Elthon John y Juan Gabriel sus dos cantantes de almohada, odiaba a Paquita la del Barrio y la acusaba de travesty.

Ahí estaba sentado, ya llevaba más de una hora sudando profusamente. Pensamientos de huida le inundaban la mente. Tanto que se había cuidado y ahora estaba a punto de ser, según él, violado. Los minutos mellaban su paciencia pero ya todo estaba decidido y había que sacrificar su ciego orgullo machista sobre la piedra angular de la salud. "Que cagada," pensaba aturdido. "Nadie se debe de enterar de este minúsculo incidente." " Y que tal si me envicio?"

Ya adentro del cuarto, Manolo como pudo trató de controlar su agonía. Tomó una bocanada de aire, se bajó el pantalón lentamente con temor sin base y descansó sus manos sobre la camilla de sabanas blancas. Por un segundo, intentó leer el letrero en la pared frente a él con instrucciones de primeros auxilios con el afán de ausentarse mentalmente durante todo el proceso. No lo podía creer. Mientras tanto, la fémina de puesto experta en el asunto inventaba chistes oportunos para aminorar la tensión del pobre Manolo, pero él no cedía. Se notaba cierta palidez y piel erizada en cada pliegue de las nalgas flacas y planas de Manolo, quizás producida por el frío de la habitación o por el encogimiento que le causaba lo embarazoso de su posición. Parado, abrió sus piernas y empinó el trasero mientras que echaba hacia delante su pecho de macho herido. Se persignó tres veces, cerró los ojos y esperó la estocada invernal que le arrebataría, según él, su honra.

A todo esto, la fémina vestida de blanco se arreglaba un guante látex azul claro en la mano derecha asegurándose que cada parte estuviera perfectamente bien ajustado a los rechonchos dedotes. Prosiguió a hundir el dedo índice en una rara crema que parecía vaselina, y sin preámbulos o previo aviso se lo introdujo de una a Manolo en el ano. Un leve quejido de primerizo se hizo presente, mas no se detectaba si era de dolor o de placer. Manolo trabó los ojos como fiera en extasy. Un suave sentimiento de culpa estremeció sus rodillas y se tumbó mas cómodo.

"Si experimenta deseos de orinar no se preocupe que es normal," dijo la del uniforme con acento medico y una leve sonrisa de satisfacción en los labios. Era su primer hombre, se le notaba en su sádica expresión facial, disfrutaba del acto.

Sin embargo, Manolo apenas escuchó la advertencia. Estaba en el valle imaginario de la decepción procurando no pensar o quizás no sentir aquel grueso dedo frío que como supositorio con vida propia se movía de lado a lado examinando su virgen próstata. Nunca nadie le había visto su culito velludo, ni siquiera su mujer. A él le causaba un pudor enfermizo la idea de auto inspeccionarse su propio ano, según su tabú personal, eso era cosa de gays. O sea que en pocas palabras no se conocía ni su propio culo de aprendiz de burgués machudo. La doctora advirtió el síntoma de timidez y no dijo nada pero le recomendó una afeitadita anal de vez en cuando. Por lo visto, el panorama no lucía muy óptimo.

Días más tarde después de este encuentro, Manolo dejó de ser el mismo de antes y nunca le mencionó a ninguno su iniciación en el famoso club de los cincuenta años de vida: El famoso siempre pospuesto examen de la prostata.