Anemia Espiritual de Los Ricos

La Anemia espiritual de los poderosos



El hambre es un problema perenne que acosa a la humanidad. En los países de Centroamérica en su categoría de países tercermundistas, este problema toma proporciones astronómicas. Más del 24 por ciento de los habitantes centroamericanos son afectados por esta desgracia. Unas de las tantas causas que han exacerbado este problema en los últimos años, según artículos académicos y las noticias en los periódicos, son de ende natural: huracanes y cambios repentinos en el clima de la región. Sin embargo, las causas económicas como la explotación de mano de obra barata, el capitalismo despiadado y desenfrenado, la falta de esfuerzos de los gobiernos por construir programas para eliminar o disminuir la pobreza, y la constante discriminación y enajenación de los ricos hacia los menos favorecidos son temas excluidos en los medios de comunicación. Es decir, a las varias causas del hambre en el mundo se le encuentran y se le achacan muchas patas y manos pero nunca se menciona la cabeza, la causa principal, como el Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, y su poder para manipular gobiernos cual titerero detrás de la tarima. O la patética practica mediocre de muchos gobernadores locales de enriquecerse a costillas del hambre de un pueblo.

Además, cabe añadir que el hambre no es propiedad exclusiva de los países considerados más pobres, ya que aquí en Nueva York el centro financiero de la nación, como en otras ciudades de los Estados Unidos, también se encuentran zonas pobres y marginadas en las cuales los habitantes sufren de escasez extrema. Claro está, que los pobres en los Estados Unidos sufren una pobreza disimulada, vestida de una desgracia temporal. La pobreza se mira como algo pasajero que pronto cambiará. Y sí cambia, pero solo es una vez al mes cuando llega el mendigo cheque de ayuda social, después, de nuevo a soñar y a esperar. Al contrario, los pobres de Centroamérica, los cuales sufren la pobreza desnuda en sus cuerpos de roble y eucalipto, pues las hilachas de ropa que llevan puesto y el desgaste en los zapatos, y sus esqueléticos organismos los denuncian a simple vista donde quiera que vayan. No hay esperanzas ni siquiera de saber que al final del mes algo, alguito de ayuda les llegará. Los pobres en EU visten ropa cara, ocultan asimismo su verdadero estatus social, y muchos prefieren un par de tenis de $150 que llenar sus neveras de productos alimenticios básicos. La ayuda económica mensual les sirve como un bozal, como anestesia que les causa la ilusión de no ser pobres. Según mi cálculo, un pobre en los EU es casi el equivalente a uno de clase media en CA. Pero la pobreza en LA es mas mezquina y enfermiza, aún así los políticos de la región, jubilosos y sinvergüenzas, se siguen aumentando el sueldo. Y el delegado que llegó con ganas de abogar por los derechos del pueblo, pronto se entera de que navega solo en un océano de pirañas y tiburones.

No obstante,hay que recordar y estar alerta que la pobreza y el hambre, si no nos mata en la infancia, nos hacen ver la vida cara a cara convirtiéndonos estoicos en proyectos futuros o resentidos sociales sin remedio, un enajenado, de los cuales abundan en la vida. No quiero dejar la impresión que una pobreza es mejor que la otra, o que el hambre se sufre menos en una región que en la otra, pues un mal no deja de ser mal con ser más o menos potente, solo quería hacer una pequeña conexión y distinción entre dos géneros de pobreza. La de los EU y la de Centro y Sur América.

Como resultado, existen suficientes estudios académicos que prueban las verdaderas causas económicas del hambre y la pobreza en el mundo. Como también existe abundancia de información de cómo solucionar el problema, pero entonces el problema se vuelve falta de voluntad y de buen corazón de parte de los que están en posición de hacer algo al respecto y no lo hacen (Los dirigentes políticos de un país). Pareciera que solucionar el hambre no les apetece como buena inversión. Al final, es el Hombre y su, incapacidad de reconocerles humanidad a otros hombres, mujeres y niños el peor causante del hambre y de la miseria que hay en el mundo. Hombres poderosos con anemia espiritual aguda al cuadrado multiplicado en potencia de cien y dividida entre ellos. Sospecho que fue uno de ellos (algún rico poderoso) quien inventó el dicho mal-dicho,"No es más rico quien más tiene sino quien menos necesita." Aunque a simple vista tal proverbio parece estar rico de sabiduría, visto con ojos críticos y reflexivos, nos damos cuenta que tan solo es una receta de conformismo pobre, una prescripción para mantenernos hipnotizados y dormidos, paralizados e inactivos, y alegres con nuestra limitada miseria, sin hacer nada. A lo mejor, (no estoy seguro) el proverbio antes mencionado y mal entendido, nació de aquel otro proverbio que menciona la Biblia, pero a la inversa, "Es mas fácil que pase un camello por el orificio de una aguja, que un rico entre al reino de los cielos."Yo respeto mucho la Biblia, pero hay veces que me pregunto, ¿Será ésta otra prescripción, otra formula, para mantener a los pobres oprimidos y contentos con su miseria? La respuesta aun no la sé, pero seguiré leyendo La Teología de Liberación que me obsequió un tío Jesuita, o Masón, no recuerdo. Recordemos algo, un pobre enfurecido, indignado y consciente de su situación existencial es una Revolución en potencia, los ricos lo saben y, ahora, nosotros también.

Para concluir, he aquí una diatriba poética:

"Hombres, si es que se les puede llamar así, que idolatran la codicia, la avaricia, el poder y la corrupción, las malicias las mundicias, el pan ajeno y el don de matón, son los culpables de tanta mandrakada mundialista, mientras se disfrazan de bufón. No pertenecen a un solo pais, o a una sola raza, unos come maiz, y otros hamburguesa."



Pronto todo cambiará, un nuevo Hombre ha nacido, se llama Pueblo Unido. Y no hay que olvidar que también existen Ricos y poderosos de buenos y nobles sentimientos, pues las generalizaciones siempre terminan siendo falsas.

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